Que maravilla espiritual y fisica. Es un testimonio que aprecio y valoro mucho, digno de nuestro respeto religioso. Me alegro que hayas podido vivir tiempos con este sacerdote y tu señora colaborado profesionalmente asistiendolo. Gracias por hacernos conocer estas historias humanas increibles en nuestro querido pais, ta diversas de las vivencias cotidianas. Abrazo.
Nestor