Hola Néstor, ¡Felices Pascuas! - ¿Cómo que quien habla? – El Nóbel notero de los Noveneros, tu compañero de tantas y tantas rutas...- Hola mi amigo ¿Te habías olvidado de mi?- Pero Don Néstor ¿cómo puede usted decir semejante cosa? – Entre Noveneros no hay olvidos, salvo que hayan sido especialmente programados y usted bien sabe que eso entre nosotros eso si que es algo impensado. Te estoy llamando porque he recibido una invitación muy especial para visitar Funes.-¡Qué bueno!, y puede saberse a qué se debe porque por Funes anduvimos en ocasión de la visita al Liceo Aeronáutico, tan lindo Liceo y tan linda experiencia...- Si Néstor; me acaba de llamar Mapocho para comer unas empanadas bien regadas junto a su familia pasado mañana ¿Qué te parece si juntamos los bártulos y partimos?-Me parece genial, pasado mañana estoy libre y me encantaría pasar un rato acompañando a tan Grande Novenero como lo es Mapocho. Lo llamo al Gulli para que sea de la partida….Hola Gulli, ¿Cómo andás? -¿Qué hacés en la redacción? -¿Por un casual... te peleaste con Norberto?-No lo puedo creer, si ustedes se llevan tan bien, bueno no importa, me lo contás en el viaje porque pasado mañana tipo ocho de la mañana partimos a Rosario a comer unas empanadas con Mapocho.- Eso! Al fin una buena!, mirá que hace rato que no hacemos una entrevista a uno de los Grandes entre los Noveneros! – Tengo que llevar algo? – Sí, no te olvidés la cámara y las ganas de pasarla muy bien. Nos acompañará el Negro Peresón. ¿Vamos en el Subaru de Néstor? – Si, creo que sí.-Hummm…allí la cosa se pone difícil porque ese Néstor no levanta la pata del acelerador. – Bueno Gulli, dejate de joder que conductor como el Negro no hay entre los Noveneros, y además me dijo que llevará unas anécdotas inéditas de Mapocho para entretenernos en el viaje. – Entonces te cuento que el tiempo de viaje hasta Rosario quedará corto para todo lo que habrá para escuchar porque me dijiste que te tenía que contar el porque de mi enojo con Norberto y allí sí que tengo para mucho tiempo…..
Llegado el día me dirijo al punto de reunión y a los pocos minutos diviso el Subaru de Néstor con el Gulli en el puesto de acompañante. Me siento atrás y de inmediato aparecen las tradicionales medias lunas de Néstor para acompañar el mate que a partir de ese momento debo comenzar a cebar. Anécdotas van y vienen, te acordás del Poliya cuando… y de Pinasco cuando… y del amigo Zelayeta esa vez que….y casi sin darnos cuenta estamos llegando a Funes.
¡Hola Jony!- Qué tal Néstor! -Gulli, con esa remerita estás hecho un pendex! – Están geniales! Vengan que les presento a mi familia.
Y así entre abrazos y sonrisas, quesos, empanadas y buen vinito nos decidimos a realizar ésta entrevista a nuestro querido compañero.
NOVENEROS: Hola Mapocho, después de tanto andar y andar, hoy y a Dios Gracias hemos conseguido tenerte quieto por unos minutos. Queremos comenzar nuestra entrevista Novenera recordando hechos, cosas de nuestro pasado común en ese lugar que nos cobijó por algunos años. Recordás algo del primer día en el LMGB, es decir el día de la incorporación a primer año. Pantalones cortos, quizás. Hoy una antigüedad dado que los niños ya usan los largos de entrada. En nuestra época ese hecho marcaba un hito.Era el primer pantalón largo, a lo mejor un reloj y si no era ya mucho con eso y si tenías suerte podía ser que se adjuntara, asimismo, las llaves de la casa ¡Qué épocas, no Mapocho?
MAPOCHO: Recuerdo muy claro ese día. Viajé con Jorge Mazza llevando todos los elementos que nos habian pedido, que eran muchos. Formación en la plaza de armas y luego fueron llamando por órden de mérito, el número uno fué Jorge Gschwind. Distribución por compañias en donde me tocó la primera.
El almuerzo que no me gustó. Y por la tarde la práctica del acto inicial de actividades. Hasta ahí llego.
Pero para todos nosotros lo más importante es que ese día comenzó a escribirse nuestra historia como miembros de la novena promoción, que ha sido exitosa ya que transcurridos más de 50 años seguimos juntos.
NOVENEROS: Cómo no acordarmos de un día tan especial, pero me admiro de tu memoria!- Yo también fui a la primera como los tres que vinimos de Baires, el Gulli, Néstor y yo. Una inquietud; de dónde sale ese sobrenombre Mapocho?
MAPOCHO: Todo comienza con un relato que hizo Pelito Raffo, respecto a un soldado que había tenido a su cargo,cuyo apellido era Mapocho, y que la primera noche del servicio militar no aparecía por ningun lado. Lo fueron a buscar y finalmente lo encontraron buscando comida donde tiraban los residuos. Esto volvió a ocurrir, razón por la cual ordenó que le dieran de comer todo lo que el quisiera. Este buen muchacho
se comió varios platos de comida hasta quedar satisfecho. Un día, despues de las intensas actividades que teníamos, en el almuerzo me comí varias porciones de no me acuerdo que y Jorge Mazza dijo que yo era como el soldado Mapocho. No me gustó, refunfuñé, me enojé y fue el error fatal, ahí perdí.
A partir de ese momento mi sobrenombre para la promoción es el por todos conocidos, Mapocho
NOVENEROS: Qué de historias! Cuánto tiempo que pasó! Te sucede lo mismo que a mí que cuando charlás con alguien, familiar o no, de nuestras épocas liceistas pareciera que todo el tiempo hubiera sido mágicamente comprimido, como un “parece que fuera ayer”?
MAPOCHO: Es cierto, parece que fuera ayer nomás que estábamos en el liceo. Me parece que nuestro paso por el mismo nos marcó a fuego y la prueba está en la continuidad de nuestras relaciones tan firmes, que hacen mella al tiempo. Nos reencontramos y todo continúa en nuestros afectos como era entonces.
Además, en lo personal, nuestras vivencias tanto las buenas como las malas, nuestros códigos que aprendimos a respetar, es decir nuestra historia como grupo, han hecho que esa época jamás la haya podido olvidar en ningún momento de mi vida.
NOVENEROS: Claro que sí, tenés razón. Es mágico que al encontrarnos entre Noveneros la sensación es que el tiempo se hubiera detenido. Es como muchas veces lo conversamos con Néstor Peresón.- “Cuidado que ahora toda ésta Banda volvió a los 18 años”en ocasiones tales como la reunión anual en Santa Fe. Decime una cosa ¿Qué celebraremos éste año?¿los 50 o los 54?
MAPOCHO: Si tenemos en cuenta que recordamos nuestro egreso, no tengo dudas que celebramos 50 años del mismo. Aquí cabe aclarar que a todos los que pasamos por la institución los tenemos que considerar miembros de la promoción, sin tener en cuenta en que momento la dejaron. Todos fuimos liceistas ylo seguiremos siendo. Nadie tiene que quedar afuera.
NOVENEROS: Por supuesto que sí. Es tal cual vos lo manifestás, nadie debe sentirse dejado de lado. Nuestros sentimientos de hermandad así lo exigen.
Contanos Mapocho como fue que ingresaste al LMGB, dado que vos vivías en Rosario. Querías ir o te mandó tu viejo? Y a tu egreso del Liceo ¿Cómo fue tu despertar vocacional por la gimnasia y el deporte?
MAPOCHO: Al liceo fui porque yo quería ir. Mis padres me dieron el gusto. No hubo ninguna historia.
Te voy a aclarar un error. Va una corta historia. Yo nací en San carlos Sur, propiamente en la Cervecería San Carlos, ya que mi papá trabajaba en ella, y vivía en una casa en el interior de la misma. Cuando tenía 4 años fuimos a vivir a Gálvez y cuando comencé primer grado me encontré con Jorge Mazza, Juan Carlos Parigi y Oscar Oggiuni con quienes cursé toda la primaria y secundaria. A mis 20 años fuimos a vivir a la ciudad de Rosario y ahora con mi familia, desde hace 15 años, vivimos en Funes, sede del Liceo Aeronáutico Militar.
Con respecto a por qué seguí el profesorado de Educación Física, debo decir que a los que me conocían,a nadie le extrañó. Desde chico tuve inclinación por la vida al aire libre, la práctica de deportes varios, asi que cuando llegó el momento de decidir no tuve mucho que pensar.
NOVENEROS: A qué edad conocistes a tu esposa y a qué edad te casaste? ¿Cómo se llama tu esposa y a qué se dedica?
MAPOCHO: Me casé a los 46 años y a mi esposa la conocí dos años antes en una escuela en la que trabajábamos.
Su nombre es Elina y desde marzo pasó al campo de los jubilados, después de una larga carrera docente donde al estilo de las maestras de antes, dejaba la salud en el aula. Bien merecido tiene su retiro.
NOVENEROS: Cuántos hijos nacieron de tu matrimonio?¿Cómo se llaman tus hijos y a qué se dedican? ¿Tenés nietos?¿Cuántos?
MAPOCHO: Tengo un hijo, Juan Pablo, tiene trece años y acaba de empezar su escuela secundaria. Le gustan los deportes y practica taekwondo, donde esta por rendir por el cinturón azul, luego le quedan el cinturón rojo y finalmente el negro.
NOVENEROS: Si, ya sé que te hice muchas preguntas a la vez. Decinos a los Noveneros ¿Quién creés que impactó más en tu infancia-adolescencia en esos años de Liceo? Un profesor?, un compañero?, algún oficial instructor? – Te acordás del Peludo Raffo Castro?¿Del Cap.Iglesias, del Cap. Fernández? ¿De Matano? Del Puchero con batatas Taborda?- Cuántos que pasaron y todos ellos algo dejaron en nosotros. Cosas buenas, algunas no tanto, pero cada uno dejó sus huellas marcadas en nuestros recuerdos.
MAPOCHO: Recuerdo a profesores como Busaniche y Carvó en historia, a Mian y Platone en castellano, Felker en geografía, un gran tipo como Elías Pedro, a De Diego en zoología por su buena llegada al alumno. En general tengo buenos recuerdos con alguna excepción en las que tendré mi parte de culpa. No quiero pasar la oportunidad de recordar a algunos preceptores como Patato Depetris, el Pelado Gonzalito, el gran Severito Pelayo, Stegmayer, con quienes compartimos tantas tardes de estudio ó no. Al que le quepa el sayo que se lo ponga.
De nuestros oficiales instructores tanto el Pato Matano y pelito Raffo Castro, son con los que más me sentí cómodo, a pesar de algún enchufe mediante. Dejo constancia que mis primeros cinco días de arresto fueron por culpa del Chino Solís.
Por último voy a mencionar al subteniente Albanese, el Negro Albanese, a quien los que estábamos en el equipo de atletismo tanto aprecio le teníamos. En alguna oportunidad me explayaré en las cosas que un ladino como el Negro Pereson le hizo a nuestro entrenador.
NOVENEROS: Gracias querido amigo por tu recuerdo cariñoso hacia mi hermano, quien sentía mucho cariño por vos. Siempre te recordaba.
Sabés que sos una especie de emblema de nuestra Promoción. Hablar de Mapocho es hablar de alguien muy querido. Si nos tuvieras a todos sentados enfrente tuyo, en el suelo, con las piernas cruzadas a lo Buda, escuchándote con mucha atención¿Qué cosas te gustaría decirnos?- Allí estamos todos, inclusive aquellos que nos dejaron físicamente. Adelante, querido amigo, tenemos mucho interés en lo que nos vas a decir.
MAPOCHO: Esta pregunta mas que escribirla es ideal para contestarla en una conversación de ida y vuelta, en donde podríamos rescatar tantas cosas del pasado y el presente, que nos haría sentir tan bien que desearíamos nunca terminara. De los compañeros ausentes te digo, ellos están con nosotros mientras nosotros los recordemos y ellos nos estarán esperando cuando nos toque partir, renovando un vínculo que nunca se ha roto ni romperá por circunstanciales ausencias.
Mis años de liceo fueron años felices, en los que con algunos de los compañeros tuve mayor trato, luego afuera fue con otros con los que la vida nos unió, pero en general tengo buenos recuerdos de todos y para que nadie se ponga celoso no voy a nombrar a ninguno. Fuimos un grupo de adolescentes muy especial a los que les tocó vivir momentos muy particulares, y es eso los que nos forjó y que hizo que hoy seamos como somos.
NOVENEROS: Me hiciste emocionar. Bueno emocionados ya estamos desde que nos vimos. Ese abrazo no fue de cumplido social. Entre nosotros eso no existe. Todo es real, todo es sinceridad, todo es amistad de la buena forjada con sanos principios. Tenés alguna reflexión que quieras hacer antes de la despedida, antes que yo cierre ésta entrevista?
MAPOCHO: Como despedida me tomo el atrevimiento de dirigirme a toda la promoción para pedirles el mayor esfuerzo para la reunión anual de este año, tratando de que concurramos la mayor cantidad y así hacer un gran festejo por los 50 años de egresados.
Un gran abrazo para todos.
No me van a decir que no estuvo genial ésta entrevista. Mapocho es un Grande, es un emblema. Es tan querido por todos que a todos los va a emocionar como a nosotros, decía Gulli mientras volvíamos a Buenos Aires.
Gracias Mapocho, Gracias querido amigo,Gracias Elina y Gracias Pablo, esperamos la conquista de ese ansiado cinturón negro con prontitud. Dios los Bendiga, Noveneros amigos.