Como decíamos antes, se fueron las festividades de fin de año y comenzaron las merecidas vacaciones. Que el año pasado no salimos a ningún lado, que tengo derecho a un viaje al mar, que porqué no vamos a las sierras o vayamos al sur- A qué querés ir al sur? – a morirnos de frío?- mirá que tenés cada idea!- Los hijos ya están grandes y tienen sus propios problemas, - papá me cuidarían la nena una semanita? – dale decí que sí! Y así cada uno de nosotros fue configurando su inicio del año. Obviamente que el regreso va a ser más cansados, pero decime ¿Quién te quita lo bailado?. Noveneros hubo desparramados por todas partes. Algunos(varios) se decidieron por la costa, desde Necochea hasta Punta Lara, otros, más afectos a la vida social que los anteriores, por Punta del este, en mi caso anduve por el sur, viajé en camioneta junto con mi cuñado turnándonos en el dificil arte del manejo, difícil arte no por el manejo en sí, sino por las voces que vienen de atrás: - vayan más despacio. – qué quieren, otra vez mate? Y… para cuándo la parada, etc,etc.- Pero el viaje es muy lindo y vale la pena hacerlo. En mi caso reeditamos lo de otros años, a todos nos encanta disfrutar del paisaje de nuestro sur. Estuvimos unos días en Villa La Angostura, que cada año está más linda, luego otros días en Bariloche, y por último en El Bolsón, donde me encontré con el Novenero Julio Peña. 
De ida parada en Neuquén y a la vuelta en Santa Rosa. No pude encontrarme con Pocho Bresso porque se encontraba en Buenos Aires, lo mismo me acordé mucho de él y de Aurora.Queridos compañeros cuéntenme de ustedes así lo subo a ésta página Novenera.
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