Querida Branka:
Estando de vacaciones en Miami, me llegó un mail anunciando la desaparición del querido amigo Gringuito Demarchi, y realmente me cayó muy mal y durante dos o tres días lo tuve presente varias veces al día sin poder entender este designio de Dios, habida cuenta que durante el encuentro por los 50 años de egresados, te pregunté en un aparte si realmente estaba curado Daniel, a lo que me contestastes que sí, que efectivamente estaba curado, lo que por demás esta decir me puso mas que contento, por cuanto si alguien le puso pilas, como dicen los chicos de ahora, a esta enfermedad ha sido nuestro querido amigo, quien varias veces y con mucha fuerza me decía: Indio yo le voy a ganar a este cáncer, y creo que a su manera lo ganó, y lo ganó en admiración por tanta fuerza y convicción en esta cruel lucha, de modo que este canto a vida que se truncó inesperadamente, me dejó mas que descolocado, y meditabundo por varios días.
Solamente me queda decirte que he rezado por su Paz en los campos del Señor, a la par que preguntarme y sin respuesta por esta partida tan temprana de alguien que con mucha fe luchó a brazo partido para estar un poco mas con nosotros, y me consuelo solamente al saber que ignotos son los caminos del Señor, y con el dolor a cuestas solo rogar por el amigo ido físicamente pero siempre, y por siempre presente en nuestros corazones.
Para vos y toda tu familia, todo nuestro apoyo y sos parte de la Novena Promoción, razón por la cual seguirás presente en nuestras comunicaciones que espero la recibas con el cariño que la hubiese recibido Daniel.
Un beso fraterno mío y de toda la 9ª Promoción, y seguro que el Gringuito lo aprobará con una sonrisa desde el Cielo prometido por Dios.
Henri Indio Mielnikowicz
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