….vámonos dando cuenta….
A lo largo de los años transcurridos vamos apreciando y valorando lo recibido en nuestro querido Liceo.
Supimos adentrarnos en la sabiduría que nos llegaría con los años, siendo conscientes que nuestras acciones tendrían el poder de la amplificación jerárquica y de que nuestros actos serían modelos.
Supimos, también, que en nuestras vidas no sólo sería imprescindible la solvencia académica, sino que en ella deberíamos aplicar los valores que nos fueron infundidos como esenciales:
El respeto por la persona humana,
El respeto por la verdad y la palabra empeñada,
El respeto por la ley y
La asunción de la responsabilidad por los actos propios.
Parecen simples, lo son, pero tienen la trascendencia de constituir los pilares esenciales de la vida social, pues, si no son respetados, no hay convivencia posible.
Con esa visión y capacitados para actuar como motores del futuro argentino, nos dimos cuenta que teníamos a nuestro favor la fuerza que nos daba la juventud, la usamos sin decaer, aceptando el desafío con la alegría que aún hoy nos es propia.
Aprendimos que debíamos ser actores y no meros espectadores. Actores de importancia, no de reparto. Valoramos el concepto inculcado de ser verdaderamente primeras figuras y no simples extras en la distribución de funciones.
Queridos amigos, no pudiendo estar presente en la reunión anual, llegue a todos ustedes hoy juntos nuevamente, un gran abrazo de mi parte y la alegría y el orgullo de ser parte de un grupo humano de excepción:
LOS NOVENEROS.
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