Admiramos el árbol añoso- Ese viejo árbol testigo de nuestras travesuras de pequeño, pero aún sigue en pié, vigilante y protector. Orgulloso de sí mismo, de su follaje y de sus frutos.
Otro anillo más, y van……
Al igual que el viejo árbol, nosotros y nuestros anillos de experiencia, anillos con formas y colores que delatan todo lo vivido. Arrugas y cabellos blancos -¡Cuántas cosas me cuenta mi abuelo! – Serán ciertas o divagues propios de su edad? – No, mi querido-el abue experimentó todo eso. Aunque te resulte difícil de creer. Pero nada más emocionante y lindo que haberte visto nacer y crecer de la mano amorosa de tus papás, a los cuales también vi crecer y me parece increíble que ya estén ellos en condiciones de educarte, de enseñarte los caminos de la vida. Esos caminos que nosotros los abues supimos alguna vez mostrarles a ellos.
Amigos, se nos vino encima otro año que a no dudarlo será maravilloso. El año que se fue además de huellas nos dejó nietos numerosos y maravillosos. ¿Existe mejor regalo?. Pero para nosotros en particular, los de la IX, los NOVENEROS, orgullosos de nuestra educación común, de nuestra amistad forjada en tiempos en los cuales sabíamos privilegiar la belleza por sobre lo material, lo sublime, lo intangible por sobre muchas otras cosas que también aprendimos a valorar, pero a hacerlo en la medida armoniosa y justa. Aprendimos a conocer al amigo. Supimos que ahí estaba. A nuestro lado. Conocimos juntos la verdadera dimensión de la amistad.
Entonces sabemos que esas huellas, al igual que al viejo árbol, nos dan fortaleza, nos ayudan a mostrar a lo que más queremos que son nuestros hijos y nietos el verdadero valor de las cosas.
Queridos amigos que Dios siga Bendiciendo nuestra amistad. Que sea ella el verdadero fanal para nuestros hijos y que nos permita vivir un 2012 lleno de ventura personal. Se los deseo con todas las fuerzas de mi corazón y las que me dan los anillos de la vida.
JCA
JCA
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