Estoy esperando el comienzo del partido con la ansiedad propia que nos
caracteriza a todos y cada uno de los argentinos. Porque a no dudarlo, los argentinos(en
general) somos de personalidad “A”, sin mezclas de ninguna otra tipología. Es
decir ansiosos, apresurados, obsesivos....etc.
Para calmar mi ansiedad me relajo en mis propios pensamientos. Así
recorro casi todo lo acontecido allá donde me traslada mi memoria lejana, que
es la que hoy nos da más seguridad de no equivocarnos.
Pero si fue ayer, me digo a mí mismo. Allí estoy paradito firme y muy
serio con un fusil ”al hombro” frente al monumento a la Bandera, a mi lado me
parece verlo a Fedrizzi y creo que por el otro está el Negro Fernandez. Qué
flaquitos estamos!, éramos unos nenes y sin embargo cargabamos sobre nosotros
muchas responsabilidades y las asumiamos; valga la redundancia;
responsablemente.
Qué lindos recuerdos! Qué tristes algunos otros. Pero así es la vida y
con esas experiencias en la espalda comenzamos a vislumbrar lo que sería
nuestro futuro. Vino la Facultad, los Institutos Militares, o para otros el
trabajo, por deseo propio, o por no querer seguir estudiando, o quizás por no
poder los padres costear una carrera universitaria. En aquellos años las cosas
eran más dificiles para nuestros padres.
Desfilan con claridad ante mí el Gringuito, el Truco, el Gordo Loiseau,
el Presti, la yegüita, Ferla, Ceperito, Cacho Cuevas, Molina, Piga, Clavijo........todos
con sus caras de nenes queriendo salir franco.
El Liceo. Aquel viejo edificio tan querido y añorado hoy. Cómo volvería
corriendo a entrar en él, trasponer ese arco que alguna vez alguien propuso que
sea monumento municipal. Qué acertado estaba en ese deseo! Cuando hace ya un
tiempo pasé y ví las instalaciones tan caídas, tan abandonadas, no pude
contener un pensamiento de ira. También así seremos los argentinos? –
descuidados, desamorados, faltos de amor por lo que otros hicieron con denodado
esfuerzo!
Veo un ejemplar de un libro del Liceo del año 48 cuando mi hermano, de
la primera promoción acompañaba a la Virgen – Na.Sra. del Tránsito, en
procesión por las calles de Las Flores y a sus espaldas estaba reluciente ese
arco de entrada. Es que en nuestro país no hay nadie que se atreva a decir
¡Basta!
Bueno, pero como decía antes, no todo es tristeza. Allí también está
Mapocho ¿Qué travesura estará pergeñando?, Néstor Peresón, con una sonrisa
permanente que habla de su tranquilidad de espíritu, ambos grandes atletas. Nuestro
guía derecho Jorgito Mazza, serio solucionando problemas de última hora.
Todo lo que “ya fue” de alguna manera “sigue
siendo”. El ahora no existiría sin un antes
que lo cimenta. Por eso ese lustro de nuestras vidas en el LMGB, no deja de ser
un ahora.
La impronta que me marcó es la de una enseñanza; aprendí el valor de una
amistad.
GRACIAS MIS QUERIDOS AMIGOS NOVENEROS.LQM!!
1 comentario:
Gracias por el esfuerzo de mantener viva nuestra memoria!
Es también la forma de tener junto a nosotros a quienes ya partieron.
Publicar un comentario