“Muchas veces me
planteo qué rápido pasó la vida, distraído como estaba, haciendo mil cosas.
Tambien me pregunto
¿Cuánto nos queda de vida, amigos?
No lo sabemos, por
suerte nadie lo sabe, sólo nuestro Divino Hacedor conoce nuestro destino.”
Los tres párrafos
anteriores son de un mail que me llegó hace unos días. Son ellos de una
profundidad sólo advertida por nosotros, quienes ya transitamos por aquellos
andaniveles que la vida tiene reservados para los afortunados que logran
alcanzarlos.
Ya estamos allí
¡Dichosos! Agradecidos al Señor que nos permitió llegar sanos y en plenitud.
Ahora hay que saber mentenerse en esas condiciones porque esos andaniveles
están llenos de particularidades, algunas de ellas peligrosas.
Fundamentalmente para
mantener el cuerpo, la mente y el espíritu – los tres – (porque constituyen un
conjunto inseparable, lo que daña a uno, lo hace a los otros dos) en equilibrio
constante.
Una de las formas es
el agradecimiento diario a estar en ese equilibrio. La mente es lo primero que
tiende a deteriorarse, por eso mis amigos mantener la mente sana es también, saber
decir que no en el momento justo. La sociedad es poco complaciente con quienes
tenemos la dicha de haber alcanzado tantos logros, ver a nuestros hijos ya
grandes llevando una familia, siguiendo el ejemplo y los consejos que supimos
darle, a nuestros nietos creciendo con esos mismos valores transmitidos ahora
por sus padres.
Saber decir no a
imposiciones, muchas veces no queridas.
Es edad de hacer
realidad todo lo deseado antes y que las obligaciones no nos permitieron
realizar. Viajar, ayudar a la comunidad, acercarse a Dios a través de obras que
aún estamos en capacidad de hacer. Ser felices!
Se aproxima el día del
amigo, es por todos ustedes Noveneros amigos, tan queridos, muy conocido mi
agradecimiento a la vida que me permitió conocernos, transitar las primeras
experiencias codo con codo, saber de las dificultades por las que
atravesábamos. Lo hicimos juntos! Por supuesto tambien vivenciamos muchas
alegrías. Son ellas la base de nuestro recuerdo de aquellos años.
Amigos no los nombro
uno a uno por temor a olvidar algún nombre, pero les aseguro que todos están
permanentemente en mi corazón.
Con algunos tenemos
más cercanía, por trabajo, por elección, por azar, en fin, esa cercanía nos
permite afianzar nuestros recuerdos del resto.
A veces esos recuerdos
nos hacen asomar un lagrimón. Principalmente por quienes en este paso por la
vida no lograron alcanzar éste andanivel nuestro, pero que sabemos con certeza,
que están acá a nuestro lado, también teniendonos presentes, intercediendo por
nosotros, más allá de las creencias religiosas de cada uno.
A través de éstas
páginas de Noveneros he tratado de acercar a todos nosotros hacia algo en
común. Sé que muchos no las leen. Otros ni tan siquiera están enterados de su
existencia. A mí me basta con saber que mientras las escribo estoy pensando en
todos y en cada uno de ustedes.
Amigos por siempre!
Feliz día del amigo queridos Noveneros. Dios
proteja a los integrantes de la Novena y a todos sus seres queridos!
1 comentario:
Amigos por siempre!
que Dios te bendiga!
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