Héctor (Chino de Sta Fe) dijo...

Durante el año nos cuesta cada vez más juntarnos con nuestros amigos, aunque más no sea a tomar algo y charlar de nuestra niñez/juventud. Cuando un amigo se nos va, lamentamos no haber aprovechado más los momentos en que pudimos disfrutar de su presencia.
En memoria de nuestro querido Gringo, ofrezcamos una misa poniendo ante el altar nuestra congoja, confiados en que descansa en la Paz del Señor.

Coincido con vos querido amigo