Mis obligaciones para con el InstitutoNacional que lleva su nombre y mis convicciones para con los valores morales que predicó durante toda su vida éste Gran Padre de Nuestra Patria, hicieron que estuviera presente en Santa Fe los días 16 al 18 de junio.
Me refiero a nuestro ilustre prócer el General Belgrano. Allí tuve el honor de poder disertar sobre sus relaciones con ésta ciudad, que fue la que me vio nacer.
No me voy a explayar sobre Belgrano ni sobre mi querida ciudad de Santa Fe.
Si, quiero contarles que ni bien estuvo enterado que iría a hablar al Club del Orden, uno de nuestros compañeros comenzó a preocuparse y a ocuparse en forma directa de muchos aspectos organizativos. Así fue que citó al resto de los integrantes de nuestra promoción para que se dieran cita en el lugar y momento. Convocó al Círculo de ex cadetes, requirió la Banda del LMGB, comprometió a las autoridades, etc, etc.
Este Novenero, amigo y compañero de siempre es el querido Cabezón Casabianca.
El, es de los más preocupados para que los lazos de unión entre nosotros, integrantes de la IX, no se diluyan con el paso del tiempo. Es un mérito sin igual. Trabaja sin desmayos en pos de ese objetivo que se auto propuso y cumple con gran esmero y especial entusiasmo. Gracias a Dios aún encuentra quienes lo acompañan, allí en Santa Fe, en su esforzada labor, como el Chino Paillet, el Chaca Jullier, Pablo Buttaro, y algunos otros que no quisiera ofender con mi olvido o desconocimiento.
Hoy mi homenaje es para él.
Gracias querido amigo por tu denodado esfuerzo. Todos los Noveneros te debemos mucho de lo logrado. La unión, el afecto, la memoria siempre viva de todos quienes una vez recalamos juntos en la búsqueda de una formación, que en ese momento sólo nuestros padres conocían de ella. Nosotros éramos prácticamente niños, y ni hablar si lo comparamos con los conceptos actuales al respecto.
Gracias Cabezón, Gracias de todo corazón en nombre de éste grupo de Hombres de Bien, llamados: NOVENEROS!
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