La primera meta fue el Río de la Plata. Cattaneo ya
lo había cruzado en 1910, pero solo de ida ya que regresó en barco. Fue Jorge
Newbery quien el 24 de noviembre de 1912, con intención de ir a la estancia de
su amigo Aarón de Anchorena, en la
Barra de San Juan, Colonia; lo cruzó en un Bleriot XI de su
propiedad, de ida y vuelta a El Palomar en el mismo día.
Pero su hazaña fue superada unos pocos días después por el
conscripto Pablo Teodoro Fels, quien a bordo de su Bleriot, idéntico al de
Newbery lo cruzó en la madrugada del 1º de diciembre de 1912 con rumbo a
Montevideo, donde llegó dos horas después, batiendo el record mundial en el
vuelo sobre agua. Por esta hazaña, Fels fue felicitado, homenajeado y
¡sancionado! por el ejército por haber contravenido las reglamentaciones
militares. Tras cumplir su arresto, fue ascendido a Cabo.
Jorge Newbery, entre
tanto, seguía su intensa labor batiendo récords y sumando experiencia con
intenciones de realizar su gran sueño, el cruce aéreo de la Cordillera de los
Andes. En estos preparativos, batió el record mundial de altura, al elevarse 6.225 metros sobre El
Palomar.
La
década del veinte estuvo jalonada de grandes raids y récords, en los que la
aviación argentina se destacó entre las primeras del mundo. Es así que en el
año 1924 el Mayor Pedro Zanni inició su famoso raid alrededor del mundo,
cubriendo en diversas etapas el cruce sobre Europa y Asia hasta Japón.
En
1927, ante la importancia adquirida por la Aviación Militar ,
un decreto del Poder Ejecutivo creaba la Dirección General
de Aeronáutica con la categoría de Gran Repartición. Ese mismo año se crea en
Córdoba la Fábrica
militar de Aviones, ya que si bien se fabricaban aviones desde los inicios de
la aviación en nuestro país, tales como los Castaibert o los Mira y desde 1916
existía un taller en la escuela que no sólo reparaba sino que llegó a construir
máquinas, la fabricación no estaba racionalizada ni regulada.
El
11 de febrero de 1944 se da el primer paso para el nacimiento de la más moderna
de las Fuerzas Armadas, se crea el Comando en Jefe de Aeronáutica, en uno de
los considerandos del decreto se hacía mención a la creación de la Secretaría de
Aeronáutica en un futuro cercano.
Es
así que el 4 de enero de 1945 la Fuerza Aérea
Argentina nace como fuerza armada independiente, al crearse la citada Secretaría. A
partir de esta
fecha la nueva Fuerza asume en pié de
igualdad con el Ejército y la Marina de Guerra, la alta misión que significa la
custodia y defensa de la
Soberanía Nacional.
En
el año 1947 nuestro país realiza sus primeras actividades en la investigación
espacial y es la Fuerza
Aérea quien a través de la Comisión Nacional
de investigaciones Espaciales (CNIE), lleva a cabo lanzamientos de toda una
familia de cohetes los GAMMA CENTAURO, BETA CENTAURO, ORION y otros.
En
1952 la Fuerza Aérea
da comienzo a su presencia en la
Antártida cuando un avión Avro Lincoln, al mando del
Vicecomodoro Gustavo A. Marambio, realiza un lanzamiento de elementos de
supervivencia sobre la
base General San Martín del Ejército Argentino.
A fines del año 1965 una
Escuadrilla Aérea al mando del Vicecomodoro Mario Luis Olezza, integrada por el
avión Douglas C-47, matrícula TA-05 y los pequeños aviones DHC-2 matrículas
P-05 y P-06, volaron desde la Base Aérea Teniente Matienzo hasta la Base
Belgrano de la Antártida Argentina y de allí al Polo Sur Geográfico (latitud
90º S), continuando solo el C-47 TA-05 su vuelo
transantártico con rumbo norte, hasta la Estación McMurdo de los Estados
Unidos, ubicada del lado opuesto al Sector Antártico Argentino, a las orillas
del mar de Ross, donde anevizó después de cinco horas y media de vuelo,
completando de esta forma el primer vuelo Transpolar Transcontinental por parte de un avión argentino.
En 1969 la Fuerza Aérea Argentina realizó una epopeya de
trascendencia Nacional, Histórica y Geopolítica, cuando los integrantes la
Patrulla Soberanía, viviendo en pequeñas carpas, en una zona extremadamente
inhóspita, contando solo con picos, palas y trabajando con esfuerzo, garra y
coraje, abrieron un surco de tierra en el Desierto Blanco para permitir operar
aviones de gran porte con tren de aterrizaje convencional, es decir con ruedas;
lo que culminó con la fundación de la Base Marambio el día 29 de octubre de
1969, que la convirtió en la puerta de entradas de la Antártida y con esta
capacidad operativa, romper el aislamiento con el Continente Antártico.
El
4 de diciembre de 1973 se realiza el primer vuelo transpolar bicontinental,
uniendo el continente americano con Oceanía.
El
27 de octubre de 1977, un helicóptero Lama Sa-315, al mando del Teniente Héctor
Pereyra aterriza en tres oportunidades en la cumbre del cerro Aconcagua.
El
2 de abril de 1982 la
Fuerza Aérea da inicio a las operaciones relacionadas con la
gesta de Malvinas. Recibe su Bautismo de Fuego el día 1º de mayo y desde
entonces hasta el fin de las hostilidades, el 14 de junio, realiza operaciones
que causaron la admiración del mundo por su audacia y las condiciones adversas
a las que debió sobreponerse.
Con el
advenimiento del nuevo milenio, la Fuerza Aérea se encuentra abocada no solo a sus
actividades estrictamente militares. Colabora en los servicios de búsqueda y
salvamento; efectúa investigaciones científicas y responde a exigencias y
necesidades de la comunidad ante catástrofes naturales, realizando el traslado
de ayuda humanitaria por medios aéreos que permitan responder con celeridad y
eficacia ante estas situaciones.
Enlaza
el continente antártico en vuelos que posibilitan abastecer y comunicar las
bases Antárticas. A través de su línea de fomento LADE (Líneas Aéreas del
Estado), mantiene comunicadas a las poblaciones más aisladas de nuestro
territorio. Asimismo, es líder en la convocatoria de las misiones de paz,
participando activamente ante los requerimientos de “cascos azules” o “cascos
blancos” en diversos puntos del globo.
Dentro de
los hechos producidos durante el presente año, resaltan las noticias y
novedades correspondientes al Sector Antártico Argentino. En lo relativo a las
noticias, el éxito de la Campaña Antártica de Verano, asegura el cumplimiento
una misión fundamental, en la que son abastecidas todas las bases permanentes y
temporarias que la Argentina posee en dicho territorio para el sostenimiento de
las actividades científicas que allí se realizan. En cuanto a las novedades, la
reapertura de la Base Matienzo, fue posible gracias a las capacidades
operativas que otorgan los flamantes helicópteros MI-171E, y la inauguración de
una nueva pista aérea en la Base Marambio, permite la operación del aeródromo
en forma permanente, como cabecera de un puente aéreo ininterrumpido entre los
continentes americano y antártico.
Personal y
medios de la Institución, brindaron su colaboración para los damnificados por
las inundaciones en la Provincia de Córdoba, realizando tareas de
reconocimiento aéreo, búsqueda y salvamento, traslado de víveres, materiales y
la distribución de donaciones a las poblaciones afectadas.
Este 10 de agosto,
consciente de su valor y responsabilidades, la Fuerza Aérea Argentina
celebra su centésimo tercer aniversario declamando: “somos las alas de un País
y el orgullo de una Nación”.
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