Miremos algunas cositas en la vidriera hasta que lleguen todos
Andrés, agradecé que no se ve en la foto lo mal que estacionás..
Sólo están faltando los Tessaro
Acá llegaron!
¡Atención chicas, una foto para Noveneros!
El grupo concurrente
y como dijera Rodolfo : "¡¿Para cuándo los pitos?!"(sic)
Y.....Final de fiesta. Cada uno a casa que mañana se labura
“Bueno, a ver cuándo nos juntamos para brindar por todas las cosas lindas que nos pasaron en el 2009 y para desear que sean al menos iguales o aún mejores en el 2010” - Este planteo surgió de mi señora, quien no entendía cómo a ésta altura del año, aún no nos habíamos reunido al menos con un grupo de Noveneros como es acostumbrado. “Esperá, no es fácil conseguir reserva a ésta altura de diciembre” – Pero para un Novenero que se lo propone, nada es imposible.”Just do it!” Y allí partí en procura de un restaurante, sabedor que los noveneros que llamara se iban a anotar. La tarea no fue nada fácil, pero logré una reserva para 12 personas el miércoles 16 en un lugar muy cálido en el Paseo del Ángel, ubicado en el corazón de Belgrano.
El primero en llegar, luego de los Albanese, fue Norberto Bonomi y Graciela, tan sólo un momento después lo hizo Andrés Beilis y Susana, quien consiguió estacionamiento exactamente en frente del restaurant, para su delicia y la nuestra que con regocijo observamos críticamente lo mal que estacionaba . De inmnediato hizo su aparición Rubén Gullino y casi junto con él Ricardo Quellet. A continuación fue llegando Néstor Peresón acompañado por su esposa Alicia y por último y cuando ya estábamos sentados Rodolfo Tessaro y María Esther.
Comimos muy bien, lo regamos mejor, nos divertimos bastante y por supuesto que no faltaron los brindis ( que como no estaba el Henry-de vacaciones en Mardel- fueron sin discursos) por las próximas festividades, y la buenaventura de todos los Noveneros para el próximo año.
El primero en llegar, luego de los Albanese, fue Norberto Bonomi y Graciela, tan sólo un momento después lo hizo Andrés Beilis y Susana, quien consiguió estacionamiento exactamente en frente del restaurant, para su delicia y la nuestra que con regocijo observamos críticamente lo mal que estacionaba . De inmnediato hizo su aparición Rubén Gullino y casi junto con él Ricardo Quellet. A continuación fue llegando Néstor Peresón acompañado por su esposa Alicia y por último y cuando ya estábamos sentados Rodolfo Tessaro y María Esther.
Comimos muy bien, lo regamos mejor, nos divertimos bastante y por supuesto que no faltaron los brindis ( que como no estaba el Henry-de vacaciones en Mardel- fueron sin discursos) por las próximas festividades, y la buenaventura de todos los Noveneros para el próximo año.
