martes, 26 de marzo de 2013

¡FELICES PASCUAS QUERIDOS AMIGOS!







QUE LA UNION Y LA CONCORDIA  REINEN ENTRE LOS NOVENEROS. ABRAZOS QUERIDOS COMPAÑEROS Y SOBRE TODO: AMIGOS!


Pascuas de resurrección de Nuestro Señor


El Nuevo Testamento enseña que la resurrección de Jesús, que celebra la Pascua, es fundamento de la fe cristiana.

La resurrección estableció a Jesús como el Hijo de Dios y se cita como prueba de que Dios juzgará al mundo con justicia. Dios ha dado a los cristianos "un nuevo nacimiento a una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos".

Los cristianos, por la fe en el poder de Dios han de discernir espiritualmente con Jesús resucitado, para que se puede caminar en una nueva forma de vida.

La Semana Santa, y la Pascua en particular, está ligada a través de la última cena y la crucifixión de Jesús a la Pésaj (Pascua Judía) y al Éxodo del pueblo hebreo narrado en el Antiguo Testamento. De acuerdo con las escrituras, Jesús, mientras preparaba a sus discípulos y a él mismo para su muerte durante la última cena, dio a la cena de Pascua un nuevo significado. Él identificó el pan y la copa de vino como su cuerpo antes de ser sacrificado y su sangre derramada.
 
El apóstol Pablo, sobre la celebración de la Pascua dice: "Despójense de la vieja levadura, para ser una nueva masa, ya que ustedes mismos son como el pan sin levadura. Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los panes sin levadura de la pureza y la verdad".

Semanalidad - Néstor Peresón


“Preparen el camino del Señor,…”
Lucas 3, 4


 La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco y los días se convierten en años. Pero lo importante no cambia: tu fuerza y tu convicción no tienen edad. Tu Espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida, detrás de cada logro, hay otro desafió. Mientras estés vivo, sentite vivo. Si extrañás lo que hacías, volvé a hacerlo. No vivas de fotos amarillas. Seguí aunque todos esperen que abandones y no dejes que se oxide el hierro que hay en vos. Que en vez de lastima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota.  Cuando no puedas trotar, camina y cuando no puedas caminar, usá el bastón, pero no dejes el camino.

 “…allanen sus senderos”
Lucas 3, 4

Gracias Néstor!

"Esto también pasará" - Néstor Peresón






Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:

- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.



Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total...

Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:

-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas le dijo- manténlo escondido en el anillo. Abrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso:



Simplemente decía "ESTO TAMBIEN PASARA".

Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.

El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:

-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

-¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

-Escucha -dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.

Entonces el anciano le dijo:

-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

domingo, 24 de marzo de 2013

Pesaj Sameaj! para nuestros Noveneros compañeros Judios


Pésaj  literalmente «salto», es la festividad judía que conmemora la salida del pueblo hebreo de Egipto, relatada en el libro bíblico del Éxodo. El pueblo hebreo ve en el relato de la salida de Egipto como el hito que marca el nacimiento del pueblo como tal.

La festividad es uno de las tres Fiestas de Peregrinaje del judaísmo, ya que durante la época en que el Templo de Jerusalén existía, se acostumbraba a peregrinar al mismo y realizar ofrendas.

La festividad dura siete días, este año 2013  entre el 26 de marzo y el 2 de abril (ocho en la Diáspora, ante la antigua duda de un error de cálculo de calendario se agrega un día extra para asegurar el cumplimiento), y durante la misma está prohibida la ingestión de alimentos derivados de cereales (trigo, cebada, centeno, avena y espelta) fermentados, llamados en hebreo Jametz . En su lugar, durante la festividad se acostumbra a comer Matzá, o pan ácimo. Según la tradición, el pueblo judío salió de Egipto con mucha prisa y sin tiempo de prepararse, por lo que no hubo tiempo para dejar leudar el pan para el camino, y de lo que el dios de los hebreos ordenó que no se coma jametz deriva esta prohibición de no ingerir Jametz.


La festividad también recibe el nombre de Fiesta de la Primavera, ya que en el hemisferio Norte marca el inicio de dicha estación. Dado que en Israel las estaciones calurosas son las estaciones secas, a partir de Pésaj y hasta Sucot se acostumbra a orar por el rocío, y no por la lluvia oraciones que se reservan para el invierno.

Feliz Pesaj compañeros! Es el deseo de todos los Noveneros