miércoles, 10 de agosto de 2011

EN EL DIA DE LA GLORIOSA FUERZA AEREA ARGENTINA


En el 99º aniversario de la creación de la Aviación Militar Argentina, retransmito este mensaje permanente dirigido por el Brigadier General Ángel María Zuloaga a "Los Precursores de la Aviación Argentina 1910 – 1915”, el 3 de noviembre de 1951. Como una perenne lección de vida.


La juventud no es un momento de vida, sino un estado del alma. No es cuestión de mejillas sonrojadas, de labios rojos o de rodillas flexibles.

La juventud es una condición de la voluntad, una cualidad de la imaginación, un vigor de las emociones, un frescor de las fuentes profundas de la vida. Juventud significa predominio del valor sobre la timidez, del ansia de aventura sobre el deseo de quietud.

Y esto a menudo existe más en un hombre de cincuenta años que en uno de veinte. Nadie envejece por el mero hecho de haber vivido un cierto número de años. Se envejece por el abandono de los ideales.

Los años arrugan la piel, pero la pérdida del entusiasmo marchita el alma. Los verdaderos largos años que inclinan la cabeza y deprimen el espíritu son las preocupaciones, la duda, la falta de fe en sí mismo, el temor y la desesperación.

Téngase setenta o dieciséis años, debe haber en el alma de cada ser humano, amor a lo maravilloso, aptitud para admirar las estrellas, indomable desafío a los hechos, infaltable entusiasmo juvenil por lo desconocido y por el goce y juego de la vida.

Eres tan joven como tu fe, tan viejo como tu duda; tan joven como la confianza que tengas en ti mismo, tan viejo como tu temor; tan jóvenes como tu esperanza, tan viejo como tu escepticismo.

Mientras el corazón y el espíritu sigan recibiendo de la tierra, de los hombres y del infinito, mensajes de belleza, de alegría, de valor, de grandeza y de poder, se seguirá siendo joven. Pero cuando los resortes estén gastados, la cabeza cubierta con las nieves del pesimismo y el corazón endurecido por el hielo de la indiferencia, se estará verdaderamente viejo.

Esperemos que entonces, Dios tenga piedad de nuestra alma y cuide y salve a nuestra Patria.