miércoles, 9 de febrero de 2011

NOS ESCRIBE PABLO EFRAIN BUTTARO


Querido Juan Carlos: muy emotivo el recuerdo de nuestros compañeros, que no han muerto, se han ido antes. Dios dispuso el vuelo hasta las cumbres de la aternidad. Es el dolor que padecemos todos los seres de esta tierra y, en cada caso el consuelo tiene su fuente en algo inmensamente personal y todas las cosas que perduran llevan el sello de cariños individuales, hechos de recuerdos indelebles.El tiempo supremo maestro restañará la honda tristeza que provocaron sus partidas y el recuerdo serán las estrellas luminosas que nos seguirán acompañando, hasta el final de nuestros dias.- Gracias por lo que nos brindas a todos con tus pinceladas llenas de recuerdos de nuestras mocedades y que a esta altura de la vida afloran más. Con el afecto de siempre y saludos a los otros integrantes de la redacción. Cuidado con Moyano y los camioneros que impidan la salida de las futuras ediciones ja ja já.

Gracias Pablo . Tus palabras son un aliento constante para continuar con ésto que pretende ser un  humilde lazo entre quienes compartimos tan hermosos afectos.


martes, 8 de febrero de 2011

RECUERDOS.........





Mientras camino hacia la “Redacción” de Noveneros, voy pensando en mis queridos amigos de siempre. Cuántos de ellos ya no están físicamente a nuestro lado! Recordábamos con Roberto Casabianca que en un breve lapso cinco Noveneros nos dejaron. El “petiso”Pérez, la “yegüita” Nessier, el “gordo” Loisseau, el”truco” Fernandez y hace muy poquito el “gringo”Demarchi.

Y así, yendo al encuentro de mis amigos de siempre con quienes virtualmente; por supuesto; compartimos las medialunas y los mates amargos en la zona de Pompeya, me bajo del 42 -que pasa por mi casa de Belgrano y me deja cerca, en la Avenida Saenz - no puedo dejar de entrar en la Iglesia de Nuestra Señora de Pompeya, a la que muchas veces fui, pero ésta vez era muy especial, entré para rezar por todos nuestros amigos; cosa que normalmente hago; no ya virtualmente, sino realmente.

Lo hago por todos nosotros y nuestras familias, la que crece día a día y ya se puede considerar como muy numerosa.

Salgo de la Iglesia, camino unas pocas cuadras y siento una alegría enorme al encontrarme con mis compañeros de redacción, el Gulli y Néstor.

Nos abrazamos entre los tres y ninguno pudo pronunciar palabra, pero sabíamos perfectamente los pensamientos que cruzaban por nuestras mentes.

Cuando les cuento de donde venía, me miran como diciendo: siempre llegás tarde.- Venían del mismo lugar. Sabés una cosa Flaco, me dice el Gulli, no soy de ir muy seguido a la Iglesia, pero hoy fue distinto. Sentí una enorme necesidad de contarle a Dios, que estaba triste, que extrañaba a mis compañeros, que sabía estaban a su lado, pero lo mismo los extrañaba y te aseguro que luego de mi charla con Él salí reconfortado.

Los tres coincidimos en la misma sensación. Ellos están a Su lado. Han visto Su rostro. Son muy felices. Señor cuídalos especialmente.

Luego de unos minutos en silencio fuimos como de a poco, abordando nuestra charla cotidiana. Nos sinceramos entre los tres sabiendo de nuestra felicidad de poder estar codo con codo en ésta parte de nuestras vidas.

Comentamos los titulares:- Flaco no te hagás el boludo y compra el diario de vez en cuando – me recrimina el Gulli a lo que Néstor responde intercediendo con una risa muy franca – Vos Gulli no te agrandés que hace como un año que no traés ni el diario que te regalan en el tren, ese que habla bien del gobierno. Ja,ja.

Estoy recibiendo abundante material vía Email de Ceperito, les comento – Sí, sería bueno que escribiera alguna anécdota o algún recuerdo del Liceo. Tenemos en espera lo que prometió el Coco Gramaglia ¿cumplirá? . Dicen que la gente de Suardi lo que promete lo cumple, al menos así lo afirma mi señora quien es de esos pagos, -les refiero.
También en el lugar donde archivamos las promesas incumplidas está lo que nos dijo el Cabezón Roberto.- Calma –ya cumplirá. El Cabezón es de los que más se preocupa por Noveneros. – Es lo único que nos une en forma permanente, durante todo el año, - nos decía el mismo Roberto en alguna oportunidad.

La reunión de octubre es muy linda, pero no es cuestión sólo de vernos un día y olvidarnos todo el año.


Y así entre recuerdos hermosos de nuestra niñez, diálogos referidos a la actualidad, anécdotas propias y de otros Noveneros, pasamos las horas en compañía y felices, esperando que los Noveneros se acuerden de escribir. Dicho sea de paso, vos Néstor y vos Gulli, dejen de hacerse los distraídos que hace rato que sólo vienen a la redacción a charlar y no escriben ni una jota......