miércoles, 19 de agosto de 2015

Adiós, señora.Colaboración de Mapocho Bella



Ya todo es cuesta abajo, señora.
Lentamente, sus días se van llenado de últimas ocasiones y actos de clausura, y la expectativa se convierte en nostalgia.
Es natural, a todos nos pasará en algún momento.
Cualquiera podría darse por satisfecho en su lugar, ha llegado a lo más alto de su carrera política, y ha acumulado las dos cosas que más quiso en el mundo: poder y dinero. Sería el tiempo indicado para retirarse, descansar y tal vez escribir unas memorias que muchos comprarían y mentirían haber leído.
Pero usted no es así, ¿verdad? No, claro que no. Usted detestará cada minuto.
Al principio los cambios serán groseramente evidentes. A partir del 11 de diciembre, ya no dispondrá de los bienes del Estado para su uso personal, deberá procurarse sus propios juguetes, desplazarse a nivel del suelo y pagar por lo que compre. No podrá contarle a millones de personas los falsos detalles de su vida imaginaria, ni proyectar en un auditorio obligado sus frustraciones patológicas y los resentimientos que han moldeado su carácter como el impiadoso cincel de un escultor perverso.
Pero superará eso, señora. La mente humana es maravillosa para adaptarse a variaciones traumáticas. Superamos divorcios, mudanzas, muertes y catástrofes de todo tipo. Incluso superamos gobiernos desastrosos.
Los que son realmente difíciles de prevenir por insidiosos y sutiles son los pequeños detalles que marcan la decadencia. Es como la juventud, señora, que se pierde en forma tan gradual e inevitable que no nos damos cuenta hasta que un día la imagen que nos devuelve el espejo nos resulta ajena, extraña y ominosa. El  espejo le devolverá su propia imagen, la verdadera imagen, con una deformidad que Ud. se empeñó en desconocer.
Y usted, acostumbrada a ser el centro, conocerá la periferia.
Un día alguien se dará cuenta de que ya no es necesario mantenerla informada de todo.
Un día alguien la hará esperar en el teléfono.
Un día alguien la recibirá con indisimulable fastidio.
Un día, señora, notará que aquella forma de relacionarse con las personas basada en el temor como remedo deforme del respeto, ya no es efectiva. Cosa curiosa el respeto, se obtiene más cuando más se entrega, y usted no ha entregado nada, nunca.
Aquellos a quienes usted ha ofendido, humillado y agraviado en el ascenso, se presentarán a cobrar sus cuentas en la caída.
Porque las lealtades alquiladas no son perennes, señora. Sus propietarios simplemente cambian de inquilino. Cual multitudes de Pedros, la negarán tres veces, o quinientas, si eso dictan las conveniencias del momento. Usted sabe mejor que nadie cómo es eso.
El poder se escurre entre sus manos ahora mismo, señora, y no se detendrá.
Soñará, claro, con un futuro regreso, y tal vez esa esperanza la mantenga a flote por un tiempo.
Pero cuando el periodismo voluble comience a ignorarla, cuando ya no alcance su primer nombre para identificarla en la nota de relleno de una página perdida, sentirá la mordida del miedo.
Ya no será "la Jefa". Será "la vieja". "¿Y ahora que quiere la vieja?" comenzará a escucharse en tono irritado ante cada llamado, cada pregunta, cada exigencia.
Su enfermizo deseo de trascendencia será aplastado en este país donde cada gobernante llega a su puesto con delirios fundacionales.
Cualquier cosa que haya hecho, cualquier legado que pretendiera dejar podrá ser borrado con una firma, con las manos levantadas de los mismos que hasta ayer le juraban fidelidad hasta la muerte.
Usted no será un mito, señora, porque los mitos se construyen a lo largo de los años con la contribución deliberada y constante de muchas personas motivadas por el respeto o la conveniencia. Descartado el respeto, sólo quedará la conveniencia, y rápidamente usted se convertirá en alguien inconveniente.
Quizás entonces se aferre a otra fantasía, la de fundar una dinastía. Pero ¡ay!, los herederos no parecen estar a la altura.
Usted ha cometido un terrible error en su vida, señora: no ha tenido amigos. Y le pesará, porque el refugio de los afectos está reservado a las personas buenas.
Le quedará, si acaso, la familia, suponiendo que sean capaces de soportar su creciente amargura.
Sé que está obsesionada por cómo la recordará la posteridad.
Lo mejor sería que la olvidara del todo, señora.
Porque de otra manera, la única huella que dejará su paso por esta vida, será una nota marginal en la Historia Universal del Fracaso.
 

Adiós, señora.

Gracias querido Mapocho. Un gran abrazo

Guillermo Makin es investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge.


El problema Malvinas es como una ecuación de dos miembros: política argentina y política británica. No sirve aclarar uno solo. Los cambios en la arquitectura constitucional e institucional del Reino Unido tras la coalición que debió gobernar desde 2010 y que con una nueva formulación, habida cuenta del resultado del 7 de mayo, determinarán aquello que hagan los británicos respecto a las islas. El statu quo es la situación preferida por el “establishment” al no generar costos políticos. Pero el achicamiento económico británico que lleva a dificultades fiscales (déficit 4% del PBIcon deuda pública que los conservadores llevaron a un 90%) seguramente forzará una reformulación dado que, por ejemplo, la Royal Navy no tiene, ni tendrá, portaaviones operativos por 7 años por lo menos. Complica el tema que los isleños son blancos y anglosajones. Pero la opinión británica está comenzando a virar según se manifiesta en las opiniones de los medios, antes opuestos a todo arreglo.
Por el lado argentino se insiste en la táctica seguida desde los años sesenta: se recurre machaconamente a la ONU, se buscan apoyos políticos regionales o se insiste en disquisiciones legales que caen en oídos sordos. Los británicos usan otro paradigma jurídico. Argentina no atina a pergeñar una estrategia que lleve a la negociación. Hay posturas intermedias como formas de soberanía compartida y la integración teniendo en cuenta la sugerente opinión de Lord Shackleton, el más reconocido especialista en la economía de las islas: “no son factibles sin integración a la Argentina pero el problema es su pronunciado antiargentinismo”, publicada en Clarín hace ya 32 años. Complica todo el problema de credibilidad de la Argentina, un país visto como díscolo, cuyas Fuerzas Armadas carecen de capacidad operativa en el Atlántico Sur aquejado, además, por crisis político-económicas recurrentes.

Adiós a los heróicos Mirage de la Fuerza AéreaArgentina

La semana pasada por última vez surcaron el cielo argentino los Mirage, aviones de combate que se convirtieron en leyenda en la guerra de las Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña (abril 2-junio 14 de 1982).

En el Acto del Día de la Fuerza Aérea,(donde durmió plácidamente el Ministro de Defensa) sobre Buenos Aires pasaron estos aviones franceses, con más de 40 años de uso y el deterioro del tiempo, la falta de repuestos y de presupuesto.
Con su salida, el país se queda sin aviones de guerra.

GRACIAS ZOBENCA POR TU COLABORACION. ESTE ES TAN SOLO UN ASPECTO MAS DEL DETERIORO GENERAL....


martes, 18 de agosto de 2015

Colaboración de Roberto Casabianca

Alejado ya de los extenuantes ensayos del bailando, Roberto envía ésta colaboración para Noveneros:
Adolph Gérard era el propietario de la casa que San Martín habitó en Boulogne-sur-mer durante poco más de un año y medio y en la cual murió. El general alquilaba un piso del edificio de la Grande Rue 105 –hoy propiedad de la República Argentina– en cuya planta baja residía el propio Gérard, abogado, periodista y por entonces director de la biblioteca de esa ciudad marítima del noroeste de Francia.
Gérard cultivó la amistad de San Martín en ese período y cuando éste murió auxilió a su hija y yerno en todos los trámites relativos a su sepelio. Días después, el 21 de agosto, publicó un extenso artículo en el diario local sobre la vida y la trayectoria político-militar de su ilustre inquilino.
Considerando que no se había escrito aún la historia de la Independencia Sudamericana y de sus protagonistas, y teniendo en cuenta también la inmediatez de esta publicación –hecha a tan sólo cuatro días de la muerte del general– cabe suponer que la fuente de los detallados conocimientos de que hace gala Adolph Gérard en su texto sobre la vida de San Martín era el mismo protagonista. De ahí su incalculable valor. Y por eso también la sorpresa ante la escasa atención que le prestaron posteriormente los estudiosos de la vida de San Martín a este texto, en el cual hay referencias a aspectos de su trayectoria que luego fueron reinterpretados, polemizados o silenciados por biógrafos supuestamente más “rigurosos” y documentados. Un caso es el de la famosa entrevista de Guayaquil. Gérard refiere lo allí discutido –no habla de secreto– y da por cierta –citando un párrafo– una famosa carta de San Martín a Bolívar –posterior a su célebre encuentro– que hizo correr ríos de tinta a los historiadores en una interminable polémica sobre su autenticidad.
“Aunque cinco años mayor que su rival de gloria, (San Martín) le ofreció (a Bolívar) su ejército –dice Gérard sobre la entrevista que tuvo lugar en Guayaquil el 22 de julio de 1822–, le prometió combatir bajo sus órdenes, lo conjuró a ir juntos al Perú y a terminar allí la guerra con brillo, para asegurar a las desdichadas poblaciones de esas regiones el descanso que tanto necesitaban.Con vanos pretextos, Bolívar se negó. Su pensamiento no es, parece, difícil de penetrar: quería anexar el Perú a Colombia, como había anexado el territorio de Guayaquil. Para eso, debía concluir solo la conquista. Aceptar la ayuda de San Martín era fortalecer a un adversario de sus ambiciones. Bolívar sacrificó por lo tanto sin hesitar su deber a sus intereses”.
Y sobre la que se conoce como “carta de Lafond” por el nombre del autor francés que primero la publicó completa, agrega Gérard: “De Lima misma, y con fecha del 29 de agosto, había anunciado a Bolívar sus designios en una carta mantenida secreta hasta estos últimos años, y que es como un testamento político (…): ‘He convocado, le decía, para el 20 de septiembre, el primer congreso del Perú; al día siguiente de su instalación, me embarcaré para Chile, con la certeza de que mi presencia es el único obstáculo que le impide venir al Perú con el ejército que usted comanda… No dudo de que después de mi partida el gobierno que se establecerá reclamará vuestra activa cooperación, y pienso que usted no se negará a una tan justa demanda’”.
Otro detalle interesante en el artículo del Impartial de Boulogne-sur-mer es la síntesis que hace Gérard del pensamiento político de San Martín, en términos que iluminan la futilidad de la discusión sobre el monarquismo del Libertador; no porque lo niegue, sino porque lo explica, al ponerlo en contexto: “Partidario exaltado de la independencia de las naciones, sobre las formas propiamente dichas de gobierno no tenía ninguna idea sistemática. Recomendaba sin cesar, al contrario, el respeto de las tradiciones y de las costumbres, y no concebía nada menos culpable que esas impaciencias de reformadores que, so pretexto de corregir los abusos, trastornan en un día el estado político y religioso de su país: ‘Todo progreso, decía, es hijo del tiempo’. (…) Con cada año que pasa, con cada perturbación que padece, la América se acerca más aún a esas ideas que eran el fondo de su política: la libertad es el más preciado de los bienes, pero no hay que prodigarla a los pueblos nuevos. La libertad debe estar en relación con la civilización. ¿No la iguala? Es la esclavitud. ¿La supera? Es la anarquía”.
Gérard nos deja también una descripción del aspecto y carácter de San Martín por aquel entonces. Cabe señalar que, dos años antes de su muerte, en 1848, su hija Mercedes lo convenció de posar para un daguerrotipo, por entonces toda una novedad. Esa es por lo tanto la única “fotografía” que tenemos de él: aquella en la cual está sentado y luce el cabello encanecido. Permite calibrar cuáles de los tantos retratos pintados de él son los más fidedignos.
Así describía Gérard a su inquilino: “El señor de San Martín era un bello anciano, de una alta estatura que ni la edad, ni las fatigas, ni los dolores físicos habían podido curvar. Sus rasgos eran expresivos y simpáticos; su mirada penetrante y viva; sus modales llenos de afabilidad; su instrucción, una de las más extendidas; sabía y hablaba con igual facilidad el francés, el inglés y el italiano, y había leído todo lo que se puede leer. Su conversación fácilmente jovial era una de las más atractivas que se podían escuchar. Su benevolencia no tenía límites. Tenía por el obrero una verdadera simpatía; pero lo quería laborioso y sobrio; y jamás hombre alguno hizo menos concesiones que él a esa popularidad despreciable que se vuelve aduladora de los vicios de los pueblos. ¡A todos decía la verdad!”.
Del relato de Gérard, emerge además una imagen diferente del ostracismo de San Martín, presentado por muchos de sus biógrafos como un período de oscuridad y silencio. Aunque, “menos conocido en Europa que Bolívar, porque buscó menos que él los elogios de sus contemporáneos”, dice Gérard, no era un exiliado ignoto: “En sus últimos tiempos, en ocasión de los asuntos del Plata [el bloqueo anglo-francés del Río de la Plata en tiempos de Rosas], nuestro Gobierno se apoyó en su opinión para aconsejar la prudencia y la moderación en nuestras relaciones con Buenos Aires; y una carta suya, leída en la tribuna por nuestro Ministro de Asuntos Extranjeros, contribuyó mucho a calmar en la Asamblea nacional los ardores bélicos que el éxito no habría coronado sino al precio de sacrificios que no debemos hacer por una causa tan débil como la que se debatía en las aguas del Plata”.
Este hecho –la lectura de una carta de José de San Martín en el parlamento francés en la cual el general les advertía de que no podrían doblegar al pueblo argentino– muestra no sólo que su presencia en Francia no era ignorada por las autoridades de ese país sino que él se mantuvosiempre atento a lo que sucedía en su Patria e intervino cada vez que pudo con los medios a su alcance en defensa de la independencia que había conquistado.

GRACIAS ROBERTO, QUERIDO NOVENERO AMIGO,  APROVECHÁ EL DESCANSO DEL BAILANDO! 

lunes, 17 de agosto de 2015

LAS FASES DEL NEO COMUNISMO O SOCIALISMO DEL SIGLO XXI (LOS GOBIERNOS DEL FORO DE SAO PAULO)



Viviana Padelin
Por Viviana Padelin–Fraternidad Libertaria Latinoamericana

Primera Etapa. ETAPA DE IMPLANTACIÓN. GOBIERNO POPULISTA. 
Esta etapa puede ocupar una o hasta tres presidencias del mismo gobernante o mismo partido o coalición de izquierda. Dependerá de la aceptación popular la implementación de cada uno de estos puntos pudiendo en consecuencia omitir algunos de ellos o bien, acelerar el proceso en su segunda etapa.
Asistencialismo: aumento de asignaciones familiares por hijo, embarazadas, planes de emergencia, subsidios, etc. Objetivo: siembra de votos para la próxima elección.
Aumento de cantidad de cargos públicos: Por cada nuevo empleo público se estiman 4 votos del grupo familiar.  Los capitales privados comienzan a abandonar sus inversiones: sus  empleados son absorbidos por el sistema público. Objetivo: siembra de votos.
Aumento de salarios y pasividades (incluye pasividades sin aportes jubilatorios): Inicialmente cuenta con el obvio beneplácito de la clase trabajadora y sindicatos. Más adelante, comienza la espiral inflacionaria que licuará todos los aumentos. Objetivo: fidelización de votantes y siembra de nuevos votos.
Medios de comunicación: A través de la publicidad oficial se asegura que sólo tengan voz aquellos periodistas, actores, conductores y artistas oficialistas. Comienza la autocensura.
Fuerzas armadas y de seguridad: Persecución de quienes los han combatido en la guerra contra la subversión 60/70 (Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia). Persecución mediática y judicial.
Cultura: Campañas mediáticas e instalación de matrices de opinión contrarias a personalidades opositoras de la cultura local.
Corrupción: Se dan a conocimiento público hechos de corrupción de funcionarios de tercera o cuarta línea. Esto tiene un doble objetivo: impacto social de que el gobierno no admite la corrupción y al mismo tiempo, “alinear” tras de sí a toda la administración pública, que, temerosa de persecución judicial y complots armados en su contra (sumarios, juicios), actúan fielmente al gobierno. Esto, sumado a los funcionarios de confianza o políticos, incapaces de encontrar otro trabajo semejante, logran que los hechos de corrupción sean reducidos a una “mesa chica” del gobierno, pero ampliada en cuanto a montos se refiere.
Discriminación y Derechos Humanos: El gobierno encuentra un nicho de votantes en las minorías marginadas (indígenas, homosexuales, transexuales, etc) y legisla para ellas. Objetivo: creación de grupos ideológicos para defensa del modelo y fidelización de votantes. Se promueve con la especulación de acusaciones de discriminación en conflictos personales, laborales, etc.
Revisión de pasado reciente: Evocación permanente de pasadas dictaduras militares o gobiernos democráticos. Objetivo: recrear la imagen de un enemigo inexistente en la actualidad pero temido. Instalarse como la única opción posible de gobierno
Desvalorización de símbolos patrios: Modificaciones en banderas, escudos, himnos.
Aumento exponencial de la delincuencia común: La delincuencia es esencial a la implantación del neocomunismo. Los hechos de violencia neutralizan, atomizan, aíslan y recluyen los posibles actos de protesta de trabajadores de clase media. Los delincuentes ganan las calles. Incluye programas de desarme de la población civil.  Al mismo tiempo, la misma delincuencia será en el futuro mano de obra barata del narcotráfico.
Fuerzas de seguridad: Desmantelamiento progresivo. Campañas de desprestigio por supuestos hechos de corrupción. Falta de equipamiento y autoridad para ejercer la tarea en pos de garantizar los derechos humanos de los delincuentes.
Impunidad en los hechos delictivos: Jueces de Garantías afianzan la impunidad. Utilización para delinquir de menores de edad inimputables.
Oposición: comienza a fragmentarse y a alinearse tras al bando oficialista. No hay referentes.
Iglesia: comienzan los choques con autoridades de la Iglesia Católica.
Ocupaciones de fábricas no operativas y de tierras fiscales o privadas. Como antesala de las expropiaciones, los capitales extranjeros comienzan a retirarse del país. Persecuciones mediáticas a empresarios nacionales.  Estatización de empresas privatizadas. La clase media es incapaz de organizarse en oposición.
Aumento de ong`s de izquierda. Creación de redes trasnacionales para el asedio a opositores.
Creación de grupos de choque. Utilizados como sostén de violencia sin armas aún, promotores del modelo en actos políticos oficialistas y para neutralizar actos públicos de oposición. Vinculados a determinada dirigencia de sectores deportivos y narcotráfico.
Educación: Creación de nuevas Universidades. Becas indiscriminadas. Clientelismo y semilleros de grupos de izquierda que sostendrán ideológicamente al régimen. A esta altura el nivel educativo es muy bajo en todos los niveles de enseñanza.
Aumento de impuestos a las ganancias o riqueza. Estos impuestos alcanzan a trabajadores con salarios medios y medios-bajos cuyo fin confiscatorio se aplica a la “redistribución de la riqueza”.
Aumento del consumo de drogas y narcotráfico. Nuevas pistas clandestinas. Aumento de accidentes de avionetas por sobrecarga. Nacimiento de una nueva clase social opulenta, en su mayoría jóvenes menores a 40 años.
Censo habitacional. Su objetivo es conocer cantidad de viviendas desocupadas y propietarios con más de una vivienda. Los datos son registrados para la tercera fase.
Fragmentación de central sindical: Aquellos dirigentes no alineados con el incipiente régimen se retiran para formar centrales sindicales disidentes, sin menor éxito.
Quiebre del sistema de salud: Las prestadoras privadas de salud no logran brindar servicios de calidad en un escenario de creciente inflación y alto costo de salarios y riesgos laborales. Son casi obligadas a vender sus empresas a precio vil o bien serán estatizadas. Los hospitales estatales tendrán como público sectores bajos, medio bajo, medio y medio alto con el consiguiente colapso del sistema

Segunda Etapa. ETAPA DE IMPLANTACIÓN. CONSOLIDACIÓN
Quiebre de la clase media. Tal como fue el objetivo con las FFAA y FFSS en la primera etapa, ahora lo es con la clase media. Desesperanza, desamparo, subversión del orden establecido. El objetivo es destruirla; mejor aún, igualarla hacia abajo; más abajo aún que la clase baja. Estigmatizarla, hacerla culpable de la pobreza de otros, de las dictaduras militares, de la discriminación, del maltrato que sufrían los delincuentes, etc. Una clase media atomizada, culposa, temerosa, inexperiente y cómoda no podrá hacer frente a estos regímenes  
Reforma Constitucional (para entronizarse en el poder). Puede o no ser necesario, dependerá de las posibilidades de otros candidatos “opositores” que para entonces o bien se habrán alineado al régimen o habrán salido de la escena política
Aprobación de matrimonio homosexual 
Aprobación del aborto
Ley de medios o ley mordaza. Ley de censura 
Persecución plena de opositores: Guerra mediática y judicial.
Judicialización de todos los conflictos: Judicialización de la política. El Poder Judicial colapsa, convirtiéndose en una escribanía del gobierno.
La delincuencia gobierna las calles, la impunidad es total.
Deterioro económico: Comienza aceleradamente la espiral inflacionaria.
Legalización de marihuana: Legalización, tenencia y plantación para consumo personal
Destrucción total moral y física de las Fuerzas Armadas y de seguridad
Oposición fragmentada puede ganar elecciones legislativas, pero son incapaces de generar una eficaz gestión y menos aún crecer en número de adherentes)
Se generan “nuevos enemigos” de izquierda. Grupos de choque ahora armados comienzan a actuar: Política, ideológica y operativamente responden al gobierno de turno; pero mediáticamente son “grupos de ultraizquierda opuestos al oficialismo”. En el futuro, formarán las milicias armadas
División de municipios, provincias o departamentos: Promueve el armado electoral, creación de cargos públicos y mayor control de grupos opositores a nivel local.
Persecución de minorías católicas (ley de cultos). La sanción de esta Ley permite la persecución de grupos católicos, evangélicos y cristianos de escuelas espirituales de orden abierto
Creación de milicias armadas: Los anteriores grupos de choque; sólo presentes en actos de gobierno o infiltrados en grupos opositores; ahora recibirán instrucción militar en reemplazo de las FFAA ya destruídas en la 2da. etapa

Tercera Etapa. ETAPA. FASE INICIAL DEL NEOCOMUNISMO
Expropiaciones
Presos y crímenes políticos
Ataque a la iglesia católica
Régimen electoral a la medida del partido de gobierno.
Elecciones espurias
Espiral inflacionaria

Esta enumeración cronológica nos permite identificar en qué etapa estamos. Dependerá de aquellos dispuestos a defender no solo los “derechos humanos”; sino además los VALORES HUMANOS, evitar que esta re-involución siga su proceso.

San Martín, constructor de repúblicas - Diario Infobae



Luis Alberto Romero

Paradójicamente, San Martín, educado en la España absolutista, era un monárquico liberal. Sostuvo esa idea pero pronto advirtió que la voluntad republicana estaba profundamente arraigada en los nuevos estados hispanoamericanos. Así, San Martín creó repúblicas, fundadas en la ley, con gobiernos limitados, división de poderes y libertades individuales garantizadas. Nada de eso era sencillo por entonces. Los gobiernos hispanoamericanos siguieron el ejemplo de Simón Bolívar, quien al cabo de varias experiencias frustradas, encontró en la dictadura, al estilo romano, el único régimen viable.
ESTE SAN MARTÍN REPUBLICANO NOS DA EL EJEMPLO QUE HOY NECESITAMOS EN LA ARGENTINA
Este San Martín republicano, que defendió el principio contra las incitaciones de su época, nos da el ejemplo que hoy necesitamos en la Argentina. La Constitución de 1853 estableció el sistema republicano, que funcionó durante varias décadas, aunque no se llevó bien con el sufragio universal. Su tradición se fue perdiendo entre los años de 1930 y 1940, en momentos en que era cuestionada en todo el mundo. En la segunda posguerra, el mundo recuperó el aprecio por la democracia institucional, mientras que en la Argentina -con algunas excepciones notables- se alternaron dictaduras militares con autoritarismos democráticos, fundados en la voluntad unívoca del pueblo.
La imagen de San Martín no fue ajena a esos cambios en las preferencias políticas. Poco después de su muerte, con un Estado por construir y una nación por crear, Bartolomé Mitre, hombre de Estado e historiador, encontró los mitos necesarios en las figuras de Belgrano y San Martín. Uno había muerto antes de que se exacerbaran los conflictos civiles; el otro, voluntariamente se mantuvo alejado de ellos. La actitud de San Martín fue criticada por sus contemporáneos, pero a la hora de construir un pasado común, no cuestionado por ninguna facción, fue consagrado como Padre de la Patria. La ceremonia consagratoria fue la repatriación de sus restos en 1890. Poco antes, Mitre había completado su Historia de San Martín y de la Independencia Sudamericana, que durante mucho tiempo fue canónica.
LA QUERELLA SE EXTENDIÓ AL PASADO, REAVIVANDO CONFLICTOS QUE PARECÍAN SUPERADOS, Y ESO ENGRANDECIÓ LA FIGURA SANMARTINIANA
Por entonces, los vientos ya comenzaban a cambiar en la Argentina, transformada por la inmigración masiva y acuciada por la pregunta acerca del "ser nacional" y su esencia, difícil de contestar en un país con tantos extranjeros como nativos y cuya capital era una Babel de lenguas. El "ser nacional" fue desde entonces objeto de enconadas querellas, en las que se jugaba el poder de hablar en nombre de la nación.
La querella se extendió al pasado, reavivando conflictos que parecían superados, y eso engrandeció la figura sanmartiniana, por encima de todos. Pero gradualmente la imagen de San Martín fue variando, sobre todo cuando sus intérpretes eran actores con voces fuertes y con capacidad para incidir en el Estado, y particularmente en la escuela.
Desde principios del siglo XX, el Ejército comenzó a presentarse como el custodio de los valores últimos de la nacionalidad, por encima y más allá de las instituciones de la República. En los años 30 el presidente Justo fundó el Instituto Nacional Sanmartiniano, y la estatua ecuestre del prócer presidió todas las plazas del país. La nueva biografía oficial, escrita por José P. Otero, destacó la relación entre San Martín y una "argentinidad" esencial que se adecuaba al proyecto de homogeneización nacional propio de las fuerzas armadas.
La Iglesia católica, también en pleno crecimiento, sostuvo su propia versión de la homogeneidad: la Argentina era una nación católica. Para incorporar a San Martín debió disimular su pertenencia masónica; lo acogieron en la Catedral -hay quien dice que solo a medias- y destacaron su preocupación por asegurar los servicios espirituales de sus ejércitos.
EN ESTOS AÑOS DEDICADOS AL BICENTENARIO DE LA EMANCIPACIÓN, LA FIGURA DE SAN MARTÍN APARECERÁ RECURRENTEMENTE
En tiempos de política democrática, el radicalismo tuvo su versión de San Martín. En El santo de la espada, Ricardo Rojas deslindó el componente militar y católico, pero ubicó al héroe en la estirpe de los héroes románticos, capaces de vincular lo divino con lo humano, y no dejó de relacionarlo con la figura de Yrigoyen. En cuanto al peronismo, en 1950 -declarado "año de Libertador San Martín"- asoció la figura del Libertador con la del Conductor. Posteriormente, nadie ha dejado de intentar ligarse con su figura, desde la revolución Libertadora o Montoneros hasta los cultores de Che Guevara, pasando por la Triple A.
En estos años dedicados al Bicentenario del proceso de emancipación, la figura de San Martín aparecerá recurrentemente. En 2017 sin duda se lo recordará con motivo de la batalla de Chacabuco. Habrá confrontación de imágenes y el gobierno que pronto elegiremos se inclinará por una de ellas. Ojalá sea aquella que rescata la honestidad, la modestia, la parquedad y sobre todo su apego a los valores republicanos y a la libertad. Todo lo que hace unas décadas considerábamos ya definitivamente adquirido, hoy es otra vez una aspiración, necesitada de un mito fundador.