jueves, 11 de julio de 2013

Chistecito para los Noveneros médicos

Termina la jornada del médico ginecólogo, quien espera a su última paciente, una bella señora joven. La paciente se retrasa, y el profesional se afloja la corbata, se desabrocha el delantal y se sirve un trago, seguro de que la mujer ya no vendrá. Se sienta en un sillón de la sala de espera, pone los pies sobre la mesa y disfruta su gin tonic. En eso, suena el timbre: es la paciente que llega tarde. Se disculpa.

-No tiene importancia; ya me había aflojado y me serví un trago antes de irme a casa. ¿Quiere uno usted también?

-No debería, pero me siento culpable por haberlo hecho esperar, doctor... Bueno; acepto.

El médico prepara el trago para su paciente, se sienta frente a ella para conversar, y de pronto vuelve a sonar el timbre, pero esta vez no el del portero sino el de la puerta del consultorio. El médico, sobresaltado, se levanta y dice:

-¡Mi mujer!....¡Rápido! ¡Sáquese la bombacha y abra las piernas!

No hay comentarios: