martes, 26 de agosto de 2014

Homenaje a los Heroes de Castilla

Homenaje a los héroes de Castilla

Ambato
El 5 de agosto de 1949 Ecuador sufrió la catástrofe de Ambato como se denominó al mayor sismo del Hemisferio Occidental en más de un lustro. El terremoto, de una magnitud de 6,8 en la escala de Richter, tuvo su epicentro la provincia de Tungurahua de Ecuador, al sudeste de la ciudad de Ambato. Fallecieron a 5.050 personas.
El desastre movilizó la generosidad del gobierno argentino que, gracias a la reciente creación de la Secretaría de Aeronáutica (1945), a la constitución de las empresas de transporte aéreo de capital mixto y a la obtención de aeronaves comerciales de largo alcance había encontrado en la aviación una extraordinaria herramienta de vinculación con los pueblos y de difusión de sus ideales humanitarios.
La ayuda fue promovida por la Fundación de Ayuda Social “María Eva Duarte de Perón” que organizó y despachó el equipo de auxilio: socorristas, ropa, medicinas y alimentos. La máquina elegida fue el cuatrimotor Douglas DC-4, matrícula LV-ABI de la Flota Aérea Mercante Argentina (FAMA).DC-4 FAMA
El 27 de septiembre, el avión regresaba de Quito después de cumplir la misión. Mientras volaba hacia el Aeropuerto Internacional de Morón, sobre la localidad de Castilla (Partido de Carmen de Areco), un tubo distribuidor del oxígeno en las máscaras de los pasajeros para volar en altura (no existían las cabinas presurizadas) sufrió un escape. El ambiente en el interior de la aeronave se enrareció con el exceso de oxígeno y, al tomar contacto con una colilla de cigarrillo, encendida pese a que estaba iluminado el cartel de Prohibido Fumar, desató un peligroso incendio a bordo que decidió a los pilotos a aterrizar de emergencia cuánto antes.
Ignorando el drama que se vivía a bordo, en la plataforma de Morón aguardaban el arribo de la comisión el presidente Perón, su esposa Eva Duarte, miembros de la colectividad ecuatoriana, delegados de las comisiones de ayuda a las víctimas, el subsecretario de Aeronáutica, el director General de F.A.M.A., delegaciones de la CGT, de las escuelas de enfermeras, miembros de la Fundación “Eva Perón” y numeroso público.
Entretanto el piloto Norberto Fernández y el copiloto Gregorio Torrealday con gran capacidad profesional habían logrado aterrizar en un campo y reducir el número de víctimas fatales a sólo cinco. Pero no todo se limitó a aterrizar. Con un gran coraje y abnegación a toda prueba, ambos tripulantes habían permanecido en la cabina incendiada, aún a costa de sus propias vidas; acción que permitió salvar a la mayoría de los tripulantes y pasajeros.
Según la declaración de uno de los pasajeros, “los pilotos realizaron el aterrizaje poniendo en evidencia una extraordinaria pericia y un heroísmo singular, ya que envueltos en llamas no vacilaron en agotar sus energías hasta perder la vida con tal de salvar a la tripulación (…) y evitaron que el accidente adquiriera proporciones aún mayores”.
Los heridos fueron trasladados a hospitales de Castilla y Mercedes y al Hospital Rivadavia en la ciudad de Buenos Aires. En la Estación Retiro, el tren “El Cuyano” (FCNGSM) que transportaba a parte de los heridos, fue recibido por el presidente de la Nación general Juan Domingo Perón, su esposa María Eva Duarte, todo el gabinete en pleno; miembros del Poder Judicial, legisladores, el ministro de Salud Pública de la provincia de Buenos Aires, el Jefe de la Policía Federal, autoridades de F.A.M.A. y otros funcionarios.
Muertos: Comandante Norberto Fernández Lorenzo (Piloto), Gregorio Torrealday (Copiloto), Carlos Monza (Agregado Obrero a la Embajada Argentina en Ecuador), Federico Rosas (viajaba desde Perú) y Ester Dates (auxiliar de a bordo).
Por Decreto 24.739, del 5 de octubre de 1949, en mérito al renunciamiento de la propia vida en aras de la supervivencia del pasaje y del cumplimiento del deber, se declaró en situación de incorporados, con anterioridad al 27 de septiembre de 1949, a los oficiales de Reserva de la Fuerza Aérea Argentina Norberto Fernández Lorenzo y Juan Gregorio Torrealday, en el Cuerpo del Aire, Escalafón Aviadores y se los promovió “post mortem” al grado inmediato superior.
Héroes de Castilla
En homenaje a las víctimas de Castilla, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires autorizó la construcción de un monumento en la Avenida Costanera Rafael Obligado y Avenida Sarmiento, frente al Club de Pescadores, obra que fue encomendada al escultor italiano Mario Baiar

2 comentarios:

PV dijo...

Muy buena nota, llegué hasta acá buscando información del accidente, en el pueblo de Castilla donde cayó el DC-4 hay un monolito de marmol de casi dos metros de alto que recuerda también a las 5 victimas entre tripulación y pasajeros, no sabía que en aeroparque también había un homenaje. Gracias.

GF dijo...

Hola PV, sabes en que parte de castilla esta el monolito?