martes, 13 de septiembre de 2016

Una historia increible



- Te voy a contar, hijo mío, una historia increíble. ¿Me escuchás?
- Sí padre- respondió el joven que estaba sentado a su lado, junto al lecho de un hombre mayor que hablaba con cierta dificultad, sobreponiéndose al dolor de una larga enfermedad que lo consumía.

- Bien, continuó el anciano-. Atiende entonces, porque ésta historia es el origen de tu fuerza. Es un relato que te parecerá increíble, eran otros los valores que movían a éstos amigos. Son muy pocos los que lo recuerdan. Reunió fuerzas-. Todo empezó hace más de cien años, bastantes más. Hace......ciento setenta y siete años, allá por el 1956, aproximadamente.

Eran tiempos en que el mundo se dividía en muchos países, no en regiones. No obstante lo cual el verdadero poder residía en unos pocos. El nuestro no era serio como lo conocemos hoy. Una gran corrupción lo carcomía todo. Aunque todavía no había llegado lo peor, ese gobierno conocido como “K”, el peor de todos.

-Ahora te cuento yo esta historia, como antes lo hicieron mi padre y el padre de mi padre y así hasta llegar al padre de tu tatarabuelo, que fue quien vivió en ese tiempo, creo que se trataba de un bioquímico o un ingeniero químico, especialidades esas hoy inexistentes, todo lo resolvemos tan fácilmente....ni abogados tenemos, si, aquellas personas dedicadas, en ese entonces, a la resolución de los conflictos.

Aún hoy día, hijo mío, si cierro los ojos me parece que puedo ver a todos aquellos hombres, a todos ellos reunidos, como si los tuviera ante mí, como si yo mismo hubiera estado allí. Cierra tú ahora los ojos, hijo mío y escucha mi relato. Se autotitulaban los NOVENEROS.

Ésta historia continuará.........

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