REFLEXIONES

Porqué será que todos los años cuando nos acercamos al final del mismo nuestro espíritu nos invita a la reflexión? – Será un intento infructuoso de aferrarnos físicamente al tiempo que se nos va? O quizás sean los recuerdos que no nos dejan abandonarlos? También vano esfuerzo.

Cuando intentamos catalogar los recuerdos y ver con cuáles nos quedamos y cuales deshechamos, nos es imposible hacerlo. Es más, nos esforzamos para que a alguno de ellos no se les borre ni un mínimo detalle, de ellos queremos tener por siempre todo.

Pero pasará el afán de reflexión por éstas cosas? Hay quienes llegadas éstas fechas inician un reconto de lo bueno, de lo no tan bueno y de las cosas que nos prometemos mejorar en el transcurso del año que va a iniciarse. Negocios, afectos, cosas inconclusas y otras a comenzar.

Es como si una barrera invisible se cerrara tras las doce campanadas y todo lo no deseado fuera a quedarse tras ella. Y que al abrirse se fuera a producir un “borrón y cuenta nueva”.

Queridos Noveneros amigos, un poco de cada cosa nos sucede a todos. Estamos muy grandes como para esperar milagros sorprendentes al cruzar la línea de las doce de la noche. Gracias a Dios ese cruce es imaginario, todo nuestro bagaje de recuerdos, de emociones contenidas, lo llevaremos a través de el. Espero que los queridos Noveneros que emprendieron algo nuevo en el año que se va tengan todo el merecido éxito, porque seguramente han puesto en ese emprendimiento una gran cuota de esfuerzo y de sabiduría. Crecemos con nuestros amigos que crecen.

Dios ha querido que los problemas de salud de algunos de nosotros o de sus familiares cercanos se hayan solucionado, al menos los que yo conozco. Eso vale un ¡Gracias! enorme. Por ese Gracias! levantaré mi copa en primer lugar. Con seguridad los Noveneros estaremos haciendo lo mismo.

A todos y cada uno de ustedes los tengo muy presentes siempre en un rincón de preferencia de mi corazón. Por ese Gracias! y por la completa felicidad de la Gran Familia Novenera les propongo un brindis a las doce de la noche del día de mañana. Con gran alegría de saber que otro año nos espera para disfrutarlo juntos.