martes, 19 de marzo de 2013

Tenemos un compañero nuevo






Salimos de la Redacción, los tres integrantes del plantel permanente, caminando, aún muy emocionados por la designación de Nuestro querido Papa Francisco I, aún sin poder creer lo que la vida nos está permitiendo. Nada menos que ser partícipes del momento en que un argentino alcanza la más alta jerarquía en la Iglesia. Conductor del Pueblo de Dios.
Sale a la conversación el hecho que nos tuvo ocupado varios días. Estuvimos recurriendo a todo tipo de antecedentes, a la documental más copiosa de la que pudimos disponer, a la memoria de los integrantes Noveneros, etc. Nos comunicamos telefónicamente con la Dirección del LMGB, nada ni nadie supo respondernos de dónde es que salió éste nuevo integrante de la IX Promoción. Nadie lo conoce, nadie sabe de él. Su apellido es “Anónimo”. – No, escuchame, eso es una cargada de alguien, nunca escuché ese apellido. Indudablemente es alguien que pretende ocultarse en el anonimato. –Pará Gulli, intercedió Néstor, eso es algo que no podemos admitir los Noveneros. Acá todos nos conocemos por nuestros nombres y apellidos. Inclusive hasta por el sobrenombre, intervengo. Basta con decir Mapocho, o el Indio, o el Gordo, o el Grandote y sabemos muy bien a quien nos referimos.
A nadie de la Novena se le puede ocurrir ocultarse en un anonimato para comunicarse entre nosotros. Así que debe ser un compañero nuevo apellidado de esa manera, por lo tanto ¡Bienvenido seas compañero nuevo!
Aclarale a los muchachos todo esto - dice Néstor.
Bueno, es alguien que hace comentarios a nuestras notas. Nunca es capaz de contar una anécdota, de reunirse, de llamarnos para decirnos que le gustó algo de lo que escribimos, o en todo caso decirnos que estamos equivocados. Una lástima.
Bueno, no vale la pena extendernos más sobre éste tema. Si es alguien nuevo le damos la más cordial de las bienvenidas. Si es alguien que actúa en el anonimato, simplemente decirle que sus comentarios serán siempre borrados.

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